En Salamanca Crisolio Valencia optó por diversificar sus producciones como una forma de luchar contra el clima

Un enamorado de la agricultura. Así se define Crisolio Valencia Álvarez, usuario del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP).

A sus 60 años de edad, la mayoría de ellos ligados al campo en el sector El Tambo de la comuna de Salamanca, subraya que trabajar la tierra “es muy bonito, pero para quienes la conocen bien, ya que todo es muy cambiante… Se tienen épocas buenas y malas”.

La diversidad de producciones es la tónica de su predio, siendo su fuerte el cultivo de sandía, zapallo, uva y durazno, a lo que sumó hace un tiempo atrás limones y naranjas. Incluso, dedica un pequeño espacio a las suculentas y cactus. “También tengo alfalfa que por cosecha son 30 o 40 fardos, y los destino para mis animales y para vender”, detalla y agrega que “hace un tiempo atrás que tengo un gallinero, con cerca de 40 gallinas. Siempre fue mi anhelo concretar este proyecto, porque me recuerda a los tiempos de infancia”.

– ¿Ha sido una buena alternativa esta diversificación?

“Sí, por supuesto. Como dice el dicho: ‘no hay que meter todos los huevos en una misma canasta’. La agricultura es muy delicada, debemos considerar que estamos susceptibles a los embastes de la naturaleza, como la falta de agua, las pestes y las heladas, entonces hay que ir viendo qué cultivos se van adaptando mejor”.

Crisolio se detiene a explicar que la escasez hídrica es el principal problema.

Tal como ocurre con la mayoría de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena esta situación ha dificultado su trabajo, por lo que de las 3,5 hectáreas que tiene solamente dedica un poco menos de 2 de ellas para la producción.

Ante la falta de agua, Crisolio relata que una buena opción es contar con al menos un estaque acumulador, tal como es su caso, ya que en este 2023 se adjudicó uno a través del Programa de Obras Menores de Riego (PROMR) de INDAP. “Ya queda poco para que lo tenga implementado y sin duda será de gran ayuda. Es justo lo que necesitaba”, puntualiza.

El usuario de INDAP también este año fue beneficiado con el Fondo de Operación Anual (FOA). Sobre este y los demás apoyos otorgados por el servicio del agro comenta que “para mí es muy positivo, además, recibo asesoría técnica (mediante el programa PADIS que, en este caso, INDAP ejecuta en convenio con la Municipalidad de Salamanca), lo que me permite tener información a la mano y de manera constante”.

La Directora Regional (S) de INDAP, Tonya Romero, sostiene que desde la institución “destinamos nuestro trabajo para brindarles un servicio integral a los usuarios y usuarias de INDAP, tal como lo hacemos con don Crisolio Valencia, quien ha recibido asesoría e inversiones necesarias para apoyarlo a desarrollar su labor de la mejor forma posible”. “Desde INDAP destacamos su emprendimiento, él ha sido capaz de ir incorporando nuevas producciones, viendo cuáles son las mejores alternativas, lo que es una muestra de que la Agricultura Familiar Campesina e Indígena siempre sale adelante, pese a los obstáculos que se van presentando en el camino”.

Asimismo, el Seremi de Agricultura, Christian Álvarez, comenta que para el gobierno del Presidente Gabriel Boric “el trabajo del Mundo Rural es de suma importancia, ya que, como lo hemos señalado en otras ocasiones, contribuye a la seguridad y soberanía alimentaria y nutricional del país, tal como lo hace don Crisolio Valencia, quien ha visto en la diversificación de sus producciones una medida necesaria para enfrentar los diversos problemas a los que se ve expuesto, a causa principalmente del cambio climático. Y es en este contexto donde nuestro Ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, ha manifestado el compromiso que existe por brindar decididamente los apoyos necesarios para seguir impulsando la labor del sector agropecuario, en donde INDAP es clave tanto con el despliegue de sus profesionales como mediante sus distintos programas”.